¿Una academia de inglés dentro de la empresa? Ahora es posible

¿Una academia de inglés dentro de la empresa? Ahora es posible

22 de mayo de 2017


Si echamos un vistazo a la composición de una empresa, nos daremos cuenta de dos cosas: hay departamentos relacionados directamente con la función de la empresa y otros que sirven de apoyo para su óptimo rendimiento. Este segundo tipo comprende actividades como las ventas, marketing, diseño, informática o labores administrativas entre otros que, en su ausencia, la esperanza de supervivencia de la empresa sería muy limitada.

A decir verdad, cuanta más diversidad departamental exista dentro de una empresa, mayor posibilidad de mejorar su rendimiento estará disponible para la misma. La razón es muy simple: permite la especialización estructural para el apoyo general en la consecución de un objetivo único. Las debilidades de cada uno de los departamentos se ve compensada con la actividad realizada por el resto, permitiendo tener un par de brazos tirando de un remo en lugar de convertirse en pulpos que ora reman por un lado, ora por el otro. De esta manera, el trabajo se realiza de manera más fluida y con menos presión temporal, permitiendo concentrar todas las fuerzas en un punto único. Si marketing cuenta con el apoyo de un departamento de diseño gráfico, sus presentaciones resultarán más vistosas y profesionales que si tuvieran que realizarlas ellos mismos. Por no pensar si el departamento de ventas se viera obligado a coordinar el sistema de redes informáticas de la empresa o solucionar los problemas de los ordenadores para contabilidad.

Sin embargo, en ninguna empresa existe un departamento encargado o especializado en el tema de los idiomas. Cierto es que determinados empleados, especialmente en el área directiva, poseen una aceptable formación en general en este aspecto. Pero, ¿qué sucede cuando algún departamento necesita redactar un documento en inglés? ¿O qué alarmas saltan al recibir a una visita extranjera en la empresa? Más aún; ¿qué problemas surgen cuando hay que atender una conversación telefónica en inglés, asistir a una videoconferencia internacional, acudir a una reunión en las oficinas centrales o realizar una presentación para un posible cliente allende nuestras fronteras?

Obviamente, mantener un departamento de inglés dentro de una empresa parece excesivo, dado que su uso se limitaría a casos puntuales. Sin embargo, disponer de una academia dentro de la misma para dar formación, preparación y perfeccionamiento a todos los empleados serviría para terminar con estos problemas o urgencias de una vez por todas. Y esta posibilidad es una realidad gracias a la formación para empresas en inglés.

El inglés ha pasado de ser una asignatura deseada en el trabajo a un pilar para el crecimiento en el mismo en un breve espacio de tiempo. Tan breve que apenas ha dejado margen de maniobra a las empresas para adaptarse a esta nueva situación. Debido a ello, muchos empleados o candidatos han tenido que buscarse academias en las que cursar estudios –pagados por sus bolsillos- durante su horario no laboral. Esta dedicación se encuentra siempre condicionada a los horarios estrictos, la distancia, el tiempo o los partidos de fútbol entre semana, si no por causas familiares. Sea cual sea el motivo, el empleado no acaba aprovechando el curso de manera adecuada y, por ende, la empresa.

Sin embargo, con la aparición de los cursos de formación en inglés para empresas, los empleados tienen a su disposición la oportunidad de crecer y aprovechar un curso de inglés impartido por profesores nativos especializados en el entorno empresarial sin salir de las instalaciones de la empresa. Lo que permite la integración del idioma dentro del trabajo de manera inmediata, además de adaptarse a las necesidades específicas que requieran sus alumnos. Inglés a la carta sin salir del despacho. La mejor manera de hacerse competitivos desde la oficina.