¿España, el país con peor nivel de inglés?

¿España, el país con peor nivel de inglés?

04 de mayo de 2017


Vamos a ponerlo sencillo: si el nivel de inglés de España se midiera como una canción de Eurovisión, obtendría la misma puntuación que habitualmente recibe nuestro país en este concurso. Con una ligera salvedad: los países que quedan por debajo de nosotros en puntuación sí que hablan mejor inglés que nosotros, exceptuando a Letonia, Eslovaquia, Lituania, Turquía y Ucrania. Eso significa que poseemos uno de los índices más bajos dentro de la Unión Europea, lugar a la sazón donde nuestra presencia comercial debería tener más importancia y presencia.

Pero antes de entrar en particularidades, ¿en qué puesto se encuentra España con respecto al resto del mundo? Aquí ganamos bastantes puestos, dado que aventajamos al norte de África, Sudamérica, Oriente Medio y algún país asiático con creces. No obstante, antes de lanzar las campanas al vuelo, estamos compitiendo por mantener nuestro vigesimotercer puesto frente a la República Dominicana. Así que si habéis escuchado a un dominicano hablando inglés alguna vez, os podéis hacer una buena idea de cómo sonamos nosotros frente al resto del mundo. Además, el grueso de los países rezagados con respecto a nuestro país hablan un idioma de origen no latino o germánico y poseen un alfabeto distinto al nuestro, lo cual supone una seria desventaja a la hora de aprender un nuevo idioma. Probad a aprender coreano para entender la diferencia estructural o de vocabulario entre nuestro idioma y el suyo. Y Corea – la del sur- tiene también nuestro nivel de inglés en el ranking mundial, por lo que nos llevan ventaja en ese sentido.

Sin embargo, es dentro de Europa donde nuestras carencias llaman la atención con mayor fuerza. ¿Cómo es posible que, con tanta historia y cercanía, sigamos estando incapacitados para hacernos entender con corrección, naturalidad y fluidez? O, dicho con otras palabras, ¿por qué otros países sí que manejan mejor el idioma que nosotros? ¿Son acaso una raza más desarrollada e inteligente que la hispana?

La respuesta es que no; los españoles no tenemos ningún impedimento genético que nos dificulte el aprendizaje de un nuevo idioma. De hecho, el español es uno de los idiomas más complicados de hablar con corrección, debido a la complejidad de su gramática y los cambios estructurales que afectan al contenido de sus normas. Porque si pienso que eres listo significa que no creo que seas tonto. La primera va en indicativo y la segunda en subjuntivo. Y eso por poner un ejemplo.

El verdadero motivo de nuestra incapacidad para jugar la Uefa o la Champions europea se debe principalmente a la escasa presencia que el inglés tiene en nuestro país y cultura. Si bien ahora se presta mayor atención en la educación con los colegios bilingües, no menos cierto es que fuera de las aulas el inglés brilla por su ausencia. En otros países las películas y series se dan en versión original, por lo que se acostumbran a escucharlo desde pequeños y con continuidad a medida que van creciendo desde hace muchos años. Además, el idioma inglés se ha integrado de manera directa en todos los trabajos, convirtiéndolo en una herramienta y no una disciplina o asignatura dentro de sus vidas. De hecho, mucha gente comparte la opinión de que los escandinavos hablan un inglés más académico que los propios habitantes de la Gran Bretaña. Claro, están más comunicados con la isla. Miremos más cerca y veremos que Portugal nos aventaja en el manejo del idioma por goleada y están a la misma distancia que nosotros. Ventaja que obtuvieron por su permanente alianza con Inglaterra en el pasado por miedo a que nuestro época de ser un imperio poderoso diera con sus tierras en el estómago castellano.

Dada la escasa presencia cultural del inglés en nuestras vidas, no debería sorprendernos saber que las empresas españolas hacen laxos esfuerzos por integrar el idioma en el puesto de trabajo. Mientras en otras tierras se obliga a los trabajadores a comunicarse en inglés, aquí estamos a años luz de tomarnos en serio dicha propuesta. El pensamiento global no está de moda; somos muy locales en todo lo que hacemos: comida japonesa, series americanas, muebles suecos… pero no, seguimos pensando que eso es parte de España. Que se adapte el resto. Bueno, pues no va a suceder. Si don Álvaro de Bazán no hubiera tenido la mala idea de morir de tifus, si Felipe II no hubiera nombrado al duque de Media Sidonia como su reemplazo o éste hubiera atendido las indicaciones del avezado Juan Martínez de Recalde al ver a la flota inglesa atrapada en Plymouth, ahora mismo no nos encontraríamos con este problema idiomático. O tal vez sí, pero nada ganamos quejándonos o elucubrando situaciones distópicas. Deberíamos enfocar esas energías en encontrar soluciones y dejar de lado las perogrulladas de los problemas reales.