¿Qué buscan las mujeres en un hombre? ¿Qué buscas cuando vas a comprarte un coche? ¿Qué buscamos cuando nuestros hijos entran en edad escolar?

La respuesta es muy sencilla. Seguridad. Seguridad de que es la persona adecuada. Seguridad de que no nos va a fallar y sí proteger en caso de accidente. Seguridad de que reciban una educación adecuada que les permita tener un buen futuro.

Para hallar la respuesta correcta, cada una de estas personas tendrán que evaluar una serie de aspectos relativos a sus deseos con los distintos candidatos que se presenten o aparezcan en su búsqueda.  Y la seguridad vendrá definida por una serie de factores que nos garanticen un acierto cuando tomemos la decisión final.

En las entrevistas de trabajo, el seleccionador también tiene que evaluar a los candidatos hasta encontrar a aquel que mayor seguridad le transmita. Esa seguridad se traduce en aquella persona que cumple una serie de requisitos básicos para el trabajo junto con otras competencias necesarias para el puesto. Es decir, que el entrevistador buscará al candidato que le demuestre tener más seguridad de poder ocupar ese puesto, desempeñar las diferentes tareas con precisión e integrarse adecuadamente en la dinámica de trabajo de la empresa sin causar problemas.

El principal requisito que va a mirar durante la entrevista es la formación del candidato. En la mayoría de trabajos, es casi una perogrullada el exigir determinados estudios para ocupar el puesto. Por ejemplo, nadie en su sano juicio contrataría a un ingeniero para ejercer de médico sin la carrera de medicina, aparte de ser ilegal. Pero otros puestos tienen cierta laxitud en sus requisitos, como determinados programadores que pueden haber cursado informática, matemáticas o física. No hay más que mirar la plana política nacional e internacional para darse cuenta que no es necesaria una titulación en ciencias políticas para poder ser presidente de gobierno. De todas maneras, es recomendable aplicarse el refrán de zapatero a tus zapatos dentro del mundo empresarial para acertar con la elección de los nuevos fichajes para la empresa.

La siguiente condición básica que se busca es la experiencia. Una persona que ya haya trabajado en un puesto similar se adaptará con mayor velocidad a sus funciones en la empresa y reducirá considerablemente su tiempo de formación. Además, puede aportar conocimientos nuevos dentro de la dinámica de trabajo y asumir mayores responsabilidades en un futuro. Pero si no se tiene, tampoco supone un problema, dado que la empresa tiene la oportunidad de formar al trabajador dentro de su propia dinámica.

Por último, dentro de las necesidades básicas, tenemos los idiomas. Y cuando decimos idioma, hablamos del inglés por antonomasia. En la época actual, el inglés ha logrado lo que ni el esperanto o el volapük: convertirse en lenguaje universal de los negocios. Esto significa que, cuanto mejor sea nuestro conocimiento de esta lengua, mejores posibilidades tendremos para obtener un puesto de trabajo. Los evaluadores prestan mucha atención a este apartado, puesto que ejerce de factor diferenciador en caso de candidaturas igualadas.

Una vez terminada la parte básica o fundamental, pasamos a la entrevista propiamente dicha. Aquí el entrevistador corroborará la información de los puntos anteriores personalmente a la vez que evaluará una serie de competencias deseadas por parte de los candidatos. Estas competencias hacen referencia a aquellos factores personales y laborales que el solicitante puede aportar tanto a la empresa como al equipo de trabajo. Por un lado se comprueba la capacidad de integración al grupo. Capacidad o facilidad de trabajar en equipo, comportamiento general personal – carácter abierto, competitivo, confrontación… – o su manera de reaccionar en determinadas circunstancias muestran una serie de valores que no figuran en los currículos pero que resultan claves de cara a garantizar la seguridad de que esa persona no va a alterar el ritmo de trabajo o causar problemas dentro de la empresa. Para determinados puestos de trabajo – puestos directivos, por ejemplo – es habitual realizar entrevistas por competencias en lugar de las tradicionales.

Los candidatos deben entender que los entrevistadores necesitan evaluar todos estos aspectos laborales y personales antes de tomar la decisión de entregarles el trabajo para garantizar una seguridad a la empresa de que no van a poner en peligro su actividad. A veces pueden recordarnos a Sheldon Cooper en la afamada serie de The Big Bang Theory cuando buscaba compañero de piso, pero él también estaba preocupado que nada afectara a su dinámica de vida actual, por muy peculiar y diferente que ésta fuera.