¿Cómo medir el nivel de inglés de un candidato?

¿Cómo medir el nivel de inglés de un candidato?

20 de julio de 2016


Nos hemos comprado un piso nuevo y queremos hacer una ligera reforma antes de amueblarlo. El día de la boda se acerca y necesitamos comprarnos o alquilar el traje con el que contraeremos nupcias. En el curso de cocina vamos a aprender a preparar un tiramisú y hay que llevar los ingredientes.

¿Qué tienen en común estas tres cosas? Fácil; en las tres tenemos que tomar medidas.

Realizar una buena medición permitirá saber cuánto espacio tendremos disponible en el salón de nuestro nuevo piso y saber si la mesa que nos gustaba entra o se queda pequeña. Para la boda, bueno, no creo que ninguna novia se haya sentido dichosa si ve que su traje le queda grande o demasiado pequeño. Y para cocinar ya sabemos lo que sucede si no medimos correctamente las cantidades.

Una medición no es más que la manera que tenemos para determinar si algo es bueno o no para nosotros o nuestros objetivos. En los exámenes se miden los conocimientos para ver si el alumno está en condiciones de pasar de curso o repetir. En las competiciones de gimnasia se mide tanto la dificultad como la precisión en el estilo de los movimientos. En los aparcamientos subterráneos está todo milimétricamente colocado para aprovechar al máximo el espacio. Y ciertas columnas miden nuestra pericia al volante.

Obviamente, no todo se mide con el mismo rasero. En algunos casos, existen fórmulas matemáticas que nos permiten encontrar la solución idónea para resolver nuestro problema. En otros, priorizamos o tenemos en cuenta una serie de valores para categorizar de mejor a peor cuán óptimo es el resultado.

En las entrevistas de trabajo, salvo que la altura sea el único factor importante para el puesto, no nos vale para nada el primer tipo de mediciones, por lo que tendremos que usar el segundo. Para ello, se tienen en cuenta una serie de variables junto con los conocimientos y experiencia previa de los candidatos. Por ejemplo, para un puesto de auxiliar administrativo, evaluaremos sus conocimientos de Office. En caso de no tenerlos, ya podemos descartar a esa persona. En caso de tenerlos, pasaremos a la siguiente variable que más nos importe.

La ventaja que tienen los departamentos de Recursos Humanos es que pueden imponer los filtros que consideren más necesarios a la hora de escoger adecuadamente al nuevo o nuevos trabajadores. Además, siempre cuentan con alguien de la empresa para realizar una entrevista técnica en caso de necesitar profundizar más en sus conocimientos o simplemente para ver cuál es la persona más conveniente dentro del equipo de trabajo actual.

No quiero decir con esto que su trabajo sea fácil. Ni mucho menos. Al no poder contar con mediciones físicas, tienen que estar muy pendientes del engaño o engordamiento de datos que son tan habituales en los currículum. Pero, en general, disponen de buenos medios a la hora de efectuar su trabajo.

Un segundo. Miento. No disponen de los mejores medios.

¿Sabe usted hablar inglés? Raro, muy raro es encontrarse en los tiempos que corren con alguien que responda de manera negativa a esa pregunta. Obviamente, ese sí no nos soluciona ninguna duda. Necesitamos que nos digan cuál es su nivel.

Es como cocinar. Todo el mundo es capaz de preparar algún tipo de combinado alimenticio que le mantenga con vida. Pero de ahí a saber cocinar bien dista un mundo. Además, siempre hay platos no muy ortodoxos que gustan más que el original. Eso hace decir a muchos que son buenos cocineros “porque le ha gustado a los que lo han probado”.

Más o menos pasa lo mismo con el inglés. Muchos candidatos presuponen tener mayor nivel del que realmente tienen porque les han entendido cuando han hablado en inglés. Eso está muy bien para salir de un apuro durante las vacaciones. Pero no es la forma profesional de hacer las cosas en el trabajo.

Metodología para medir el nivel de inglés

Para medir el nivel de inglés se necesita un método fiable y homologado que refleje con exactitud los verdaderos conocimientos de los candidatos. Debe ser un sistema que no deje margen a la duda ni huecos abiertos al azar para que contaminen sus resultados.

Los test de nivel de inglés para empresas garantizan la fiabilidad de sus resultados, otorgándole a los solicitantes una valoración exacta según el Marco Común Europeo de Referencia (MCER). A través de una entrevista, el candidato mostrará su capacidad oral y de entendimiento real. Esto es un factor clave que no se analiza en las entrevistas de trabajo y que acaban abaratando el valor de las empresas.

En el mundo económico en el que vivimos, estamos inmersos en un creciente proceso de globalización. Eso significa que hay que cambiar determinadas actitudes y aptitudes para equipararnos a la desbordante competencia internacional. Ya no sirve conocer ciertas frases; hay que saber hablar. Para ello, los equipos de Recursos Humanos deben prestar más atención a la variable del inglés si quieren dar con la persona adecuada para el puesto de trabajo ofertado.

Dentro de la igualdad profesional que existe ahora, un buen nivel de inglés resulta fundamental para que las piezas del engranaje de la empresa no chirríen y se estropeen en su andadura.  Medir el nivel de inglés de los candidatos de una manera precisa y profesional es el mejor aval que pueden presentar a la empresa de que han hecho bien su trabajo. El trabajador tendrá las medidas adecuadas para la oficina, su traje será impecable y ajustado a las necesidades del mundo laboral actual porque dispone de los ingredientes adecuados y en su justa medida para deleitar el paladar de los clientes.