Aprender a pensar en inglés

Aprender a pensar en inglés

04 de abril de 2017


A pesar del sugerente título de este artículo, no vamos a hablar de borracheras descomunales, abordaje de barcos o peleas entre aficionados de fútbol; aprender un idioma nada tiene que ver con su cultura o gastronomía, sino una sencilla operación con la que readaptar nuestra cabeza un poco y no perderla. Una vez realizada, tendremos ante nosotros la sugerente oportunidad de zambullirnos en su historia y legado cultural de primera mano, además de poder comunicarnos en prácticamente cualquier rincón del mundo, tanto de viaje como por motivos profesionales.

Existe una errónea creencia que pensar en inglés consiste en traducirse literalmente las frases de un idioma a otro a nivel mental o hacer repaso de vocabulario mientras esperamos el autobús. Puede ser un entretenimiento divertido, pero no es el camino adecuado. Porque para pensar en inglés necesitamos pensar primero en el tiempo. Y no me refiero al atmosférico.

El idioma de Shakespeare, Byron o Locke ha sufrido ciertas modificaciones desde su época, pero ha conservado una estructura muy sencilla que lo único que requiere es incorporarla a nuestra cabeza para asentarla con una breve pero constante práctica. Y la clave para acelerar dicho proceso la tenemos en el objeto de tiempo.

El tiempo responde a la pregunta de cuándo y en función del mismo emplearemos el tiempo verbal correspondiente. Siempre que empleemos un every debemos usar el presente simple, por ejemplo. Si nos referimos al pasado, también coincidirá con el simple. Eso sí; si la acción transcurre en este momento –o es temporal- nos veremos obligados a emplear un continuo. En el momento que la acción haya acabado, turno del perfecto, a menos que hablemos de un tiempo terminado, en cuyo caso optaremos por el pasado.

Un poco lioso, ¿verdad? Vais a comprobar ahora mismo que no lo es tanto. Supongamos que queremos hablar de beber. Podemos comer fruta todos los días, estar comiéndola en este momento, haber terminado ya o haberlo hecho hace dos días. En el primer caso, estamos dando información general de un hábito. Así de sencillo. Así de simple. En el segundo, no hemos terminado de hacerlo y chorrean sus jugos por nuestras encías. Es decir, continuamos haciéndolo. Con el tercero tenemos la tripa satisfecha, por lo que el estómago se siente perfecto. Y al echar la mirada hacia atrás, recordamos su sabor en el pasado. Tiene su lógica, ¿verdad?

Cierto es que entre medias nos encontramos con una serie de excepciones –aquellos verbos cuyas acciones no podemos representar con la mímica, como creer, querer, ser o tener- que modifican estas reglas para desesperación de los alumnos. Sin embargo, la ventaja de las excepciones reside en que nos obligan a buscar a los rebeldes de la regla, a los que se saltan el camino y viven con sus normas. Ellas nos hacen estar alerta y mantenernos despiertos para identificarlos de inmediato, por lo que su aprendizaje se realiza de manera práctica y rápida. Además, si los empleamos mal, sentiremos un pitido de advertencia en nuestros oídos que nos indica la propia corrección antes del fallo. I am needing a new car. ¿A que chirría? Enhorabuena; habéis identificado a un enemigo.

El futuro es un poco más complejo, dado que ya no depende del tiempo sino de si se trata de un horario, un plan apalabrado, una decisión o una voluntad u opinión. Pero eso más adelante. Primero hay que dominar la influencia del tiempo sobre la frase y preguntarse continuamente: ¿cuándo, cuándo, cuándo? Llevar el pensamiento a este objeto en lugar de al verbo nos permitirá aprender a pensar en inglés en mucho menos –y perdón por el chiste- tiempo.

Por último y no por ello menos importante, tenemos que tener presente siempre, siempre, siempre que el inglés funciona con una estructura fija de sujeto, auxiliar, verbo y objeto que se adapta a todas y cada una de las frases que construyamos. Eso significa que debemos construir las frases de la misma manera con independencia de lo que vayamos a decir. Por tanto, si aparece un agente extraño o se nos descoloca una palabra dentro de su orden natural, ya no estaremos pensando en inglés. What does mean this word? es español, no inglés. Lo correcto es What does this word mean? Comprobad el orden de los elementos y entenderéis el por qué.