¿Deberías tener tu perfil de LinkedIn en inglés?

¿Deberías tener tu perfil de LinkedIn en inglés?

06 de junio de 2017


Son las tres y media de la tarde. Llega el tren a la estación y se apea un grandísimo número de personas que no son ni la mitad de los que esperan para subir. Las puertas se cierran y las ruedas empujan la maquinaria por encima de los metálicos raíles. Los pasajeros charlan en diferentes idiomas, leen un entretenido libro o miran el paisaje de todos los días por la ventanilla. Entonces suena un aviso de mensajería instantánea y, poco a poco, se encienden multitud de teléfonos en el vagón.

El auge de las redes sociales no conoce horarios ni situaciones donde su uso no esté generalizado, rozando casi la mala educación. Podemos ver a la gente empleándolos durante una cena, en medio del trabajo, conduciendo, en las terrazas, en el cine o en el teatro, durante un partido de fútbol o dentro de cualquier bar. Su alcance y popularidad es tal que las empresas han tenido que adaptarse a esta tendencia, incorporando a personas encargadas de llevar la vida social de la empresa día a día.

Sin embargo, esta profesionalización de las redes implica también la existencia de un entorno exclusivo para asuntos laborales. Pese al éxito, fama y nombradía de portales como Facebook, Twitter o Instagram, su empleo resulta más adecuado para el contacto con los clientes que para asuntos profesionales. Es por ello que LinkedIn se convirtió en la plataforma adecuada para asuntos menos lúdicos y más serios de índole comercial o empresarial.

Esta consustancial e intrínseca idiosincrasia tecnológica significó que las personas disponían ahora de un lugar donde crear un perfil personal – al igual que en las otras – centrado única y exclusivamente en su trayectoria profesional. Dicho con otras palabras, podían colgar su currículum online.

Las ventajas de este sistema no pasaron desapercibidas para los trabajadores, tanto si estaban buscando empleo como si ya disponían de uno. Por un lado, representan un sustancial ahorro en papel y en tiempo, puesto que ya no hay necesidad de imprimirlos o de enviarlos a una dirección de correo. Un link hacia la página es suficiente para que la empresa interesada acceda a la información del usuario. Por otro, permite una actualización inmediata de cualquier contenido del mismo, sin tener que reemplazar un documento por otro. Por último, dispone de mayor capacidad albergadora de contenido que el tradicional currículum ya que se pueden subir vídeos, fotografías o cualquier cosa que se quiera –de manera legal- incluir de manera que enriquezca o perfile mejor la imagen del candidato o trabajador.

Su otra gran virtud reside en su condición de red social, facilitando la creación de contactos laborales interesantes, participación en foros donde formar parte de la actualidad de la vida profesional o compartir con el resto del mundo los cambios o ascensos de nuestra carrera. No en vano LinkedIn está considerada el Facebook de los negocios, dadas sus similitudes con la famosa red social.

Todo esto nos lleva a la siguiente pregunta:

¿debería tener mi perfil de LinkedIn en inglés?

Para responderla, debemos considerar varios factores antes de tomar una decisión. El más importante de ellos es el alcance que deseamos que tenga nuestro perfil. Si no conocemos el idioma o nos interesa un campo más local, lo mejor entonces es que lo dejemos en español. Al fin y al cabo, el público hacia el que nos dirigimos habla ese idioma con mayor soltura que el inglés, así que simplificaremos el mensaje si les evitamos la traducción –que generalmente no se realiza y se descarta a la persona.

Sin embargo, la era de la globalización implica que el ámbito local de impacto apenas tiene cabida en el concepto empresarial. Las empresas necesitan disponer de personas que hablen y manejen el inglés con soltura, por lo que mostrar nuestro perfil en dicho idioma resulta más atractivo para el empresario, con independencia del negocio o clientela que tenga. Hablar inglés significa capacidad de expansión potencial, un valor competitivo cada vez más necesario para la supervivencia de un negocio.  Por otro lado, como consecuencia de la misma globalización, la contratación no solamente se realiza desde las empresas nacionales sino también vía multinacionales con sede o sucursal en nuestro país. Un perfil profesional en inglés multiplica las opciones de encontrar o cambiar de trabajo de manera exponencial en este caso. Por último, permite darnos a conocer en el resto del mundo. Si nuestro objetivo no se encuentra atado a España, accederemos a lugares insospechados hace cinco años con suma facilidad.