La importancia de las referencias de trabajo

La importancia de las referencias de trabajo

23 de mayo de 2016


No es nada raro escuchar en una entrevista de trabajo que el entrevistador pregunte al candidato si tiene alguna referencia laboral. Dado que se aconseja su inserción en nuestro currículo, podemos presuponer que resultarán de vital importancia para la obtención de un trabajo. En este artículo vamos a ver cuál es la mejor manera de incorporar referencias de trabajo, qué consejos podemos seguir, qué errores no debemos cometer y su valoración real por parte de las empresas.

Las referencias laborales permiten a los seleccionadores verificar la experiencia real de los candidatos. De hecho, dependiendo de qué página de búsqueda de trabajo consultemos, observamos que casi la mitad de los empleadores rechazan a los candidatos por una mala referencia laboral. Eso quiere decir que hay que escoger adecuadamente a la persona que vaya a aparecer como referencia.

Por tanto, si contamos con alguien que pueda dejar una buena referencia sobre nuestro trabajo pasado, debemos apuntar su nombre junto con la información de contacto del mismo, además de una breve reseña explicando la relación laboral que se mantuvo con esa persona. De esta manera el entrevistador sabrá qué funciones desarrollaba el candidato antes de ponerse en contacto con la persona de referencia, en el caso de hacerlo, y orientar las preguntas hacia su puesto anterior junto con el solicitado.

Esta información irá en un documento separado al del currículo, con el mismo formato. De esta manera, la podremos presentar durante la entrevista si nos preguntan por nuestras referencias. Hay que recordar que la entrevista trata sobre el puesto de trabajo y nuestra posible incorporación, así que evitaremos las referencias a personas en todo momento hasta que el entrevistador las mencione y entreguemos el correspondiente documento.

Pese a la tentación de escribir un alto número de referencias, hay que buscar la estrategia antes que la cantidad. Una persona que nos conozca bien y que conozca nuestro trabajo dará una información más adecuada sobre nosotros que alguien importante que no pueda aportar demasiados datos. Y pedid permiso primero antes de ponerlo en la lista. No es la primera vez que alguien aparece como referencia de otra persona y recibe una llamada de improvisto. Que la persona sepa que puede ser llamado, para que no le coja de sorpresa y pueda preparar lo que va a decir sobre vosotros.

Por regla general, los cargos que mejores referencias ofrecen son los anteriores jefes, los encargados de recursos humanos, los supervisores o los socios. Pero recordad que tienen que conocer bien vuestro trabajo. La posición puede imponer más seriedad que un compañero de trabajo, pero el último es capaz de expresar las virtudes con mayor detalle y precisión.

Dicho esto, vamos a ver qué cosas no debemos hacer:

  1. a) No poner a parientes como referencia. No son creíbles y suelen descartarse. Además, da la impresión de no haber sido capaz de realizar ningún lazo laboral hasta la fecha.

  2. b) La referencia es el contacto, no una carta de esa persona. Por un lado, a los entrevistadores no les gusta leer misivas; prefieren comunicarse directamente con la persona para obtener la información que desean saber y no la que les ofrezcamos. Por el otro, no sería la primera vez que alguien falsifica una firma.

  3. c) No actualizar las referencias. Si después de unos años no habéis sido capaces de encontrar alguien que responda por vosotros, el entrevistador asumirá que tenéis algún problema. Un espacio de tiempo sin información da lugar a leyendas y mitos. Ahí tenéis la Alta Edad Media para corroborarlo.

No obstante, quien más quien menos ha tenido alguna mala experiencia en el trabajo. Independientemente del motivo que lo provocara, es conveniente aclarar este punto durante la entrevista, sin hablar mal de personas o empresas. De esta manera el entrevistador entenderá la ausencia de referencias más próximas en el tiempo y os ahorraréis una mala referencia por parte de esas personas. No hablar mal de nadie es una excelente referencia para los entrevistadores, dado que muestra nuestra discreción y profesionalidad en caso de tener similares problemas en el futuro.

Para finalizar, conviene explicar que las referencias son importantes pero no cruciales para obtener un puesto de trabajo. Su valoración real dependerá de la importancia o responsabilidad del cargo que se vaya a ocupar. Un cargo de directivo requerirá corroboración antes de seguir adelante con el proceso, pero otros puestos pueden prescindir de ese tipo de consultas. Sirven de consulta, no de factor decisivo. A menos que sea negativa, en cuyo caso, más de la mitad de las veces se transforma en descarte.

Actualmente, páginas como LinkedIn ejercen de referencia para los entrevistadores. Resulta mucho más sencillo de mantener actualizado y muestra una mejor imagen de nuestros contactos laborales. Sin embargo, la mayoría de las opiniones no son muy fiables, por lo que es mejor mantener el tradicional sistema de documento con referencia directa del que antes hablamos.