¿Sabes lo que es el salario en especie?

¿Sabes lo que es el salario en especie?

05 de mayo de 2016


El salario en especie, también llamado retribución flexible, consiste en un acuerdo entre empresa y empleado para retribuir sus servicios de manera distinta a la económica. Esta cantidad corresponderá a determinados servicios o beneficios que no formen parte del salario base del empleado. Para ello, dicha modalidad de prestación tiene que estar recogida dentro del Convenio Colectivo aplicable, norma legal o pacto entre partes, bien sea de manera expresa o tácita, sin que supere el 30% de las prestaciones salariales del trabajador. Esto quiere decir que el empresario no puede imponer unilateralmente el salario en especie, dado que los trabajadores tienen derecho a percibir un sueldo económico.

El salario en especie está sujeto a retención a cuenta del IRPF, ya que se considera parte del rendimiento del trabajo personal. Esto obliga a definir los principios por los que las concesiones no económicas entran en esta categoría, que son los siguientes:

1- Bienes, servicios o derechos obtenidos utilizados para fines particulares, no únicamente para la actividad profesional.

2- Han sido realizados en el marco de una relación laboral vigente.

3- No pueden superar el 30% de las prestaciones salariales del trabajador.

4- Computará para la determinación de la indemnización por despido y para la base de cotización.

5- Su valoración en metálico se aplicará según la legislación que regula el IRPF y los valores normales del mercado.

Los métodos más frecuentes de efectuar el pago del salario en especie suelen ser aquellos relacionados con la vivienda, el transporte o la comida. Por ejemplo, cuando la empresa pone la casa al trabajador. Esta práctica es habitual cuando se contrata a un empleado que tenga que desplazarse a una nueva ciudad para efectuar su trabajo. Los gastos de luz, agua y similares también entran en esta categoría. Sin embargo, la escolarización de sus hijos no forma parte de su actividad profesional, aunque pueden ofrecer servicios de guardería para los niños.

De la misma manera, los desplazamientos relacionados con el trabajo pueden ser cubiertos con la modalidad de retribución flexible. El uso del coche de la empresa o abono del transporte público – individual, no colectivo – son las formas más corrientes dentro de este tipo de acuerdos.

Obviamente, no es necesario venir de fuera o tener un puesto de trabajo que necesite desplazamientos constantes para poder negociar este tipo de acuerdos. Un gran número de empresas ofrecen cheques restaurantes o un servicio de comedor a sus empleados que les permitan alimentarse como parte de su trabajo. Otras maneras de retribución flexible que se aplican en las empresas incluyen los seguros médicos, la entrega de equipos informáticos y programas de formación externos.

Por regla general, las empresas emplean este tipo de incentivos con la intención de fidelizar a sus empleados y evitar la pérdida de los trabajadores más valiosos o cotizados dentro del mercado laboral. El salario en especie tiene también un factor motivacional importante, dado que ofrece grandes y cómodas ventajas a quien lo percibe, lo que redunda en su rendimiento.

Pero es al trabajador a quien este sistema de pago no monetario más beneficia, curiosamente, a nivel económico. La forma más habitual de sacarle partido consiste en reducir su sueldo anual a cambio de estos incentivos o ventajas. En principio puede parecer una pérdida salarial para el empleado, pero esa disminución supone también una disminución en el porcentaje cotizado del IRPF, por lo que estará ahorrando dinero que, de otra manera, iría a parar a las arcas de Hacienda.

A pesar de todo, este tipo de retribución presenta el inconveniente de que puede parecer desfavorable para aquellos que no perciban sus beneficios, generando un clima laboral poco adecuado y pérdida de motivación por parte de ciertos empleados que consideren que tienen el mismo derecho que sus compañeros a beneficiarse de este tipo de acuerdos.